Cómo convertir grados Celsius a Fahrenheit sin hacer cálculos complejos

 Un térmotetro clavado en la nieve con unos árboles y el sol sobre el cielo azul de fondo
Foto: Sambulov Yevgeniy (Shutterstock)

Hay conversiones que casi todo el mundo conoce bastante bien. Por ejemplo, que 20 kilos son unas 44 libras (solo hay que duplicar la cantidad inicial y sumarle un 10 %) o que 5 kilómetros equivalen a 3 millas (¡la de 5K que habremos corrido!). Sin embargo, las temperaturas son algo que se nos suele escapar más. Por suerte, tenemos el secreto para descifrar este enigma.


Los grados Celsius y Fahrenheit no solo tienen un alcance diferente (cada grado Celsius cubre un tramo mayor en la escala): también parten de puntos de referencia distintos. Con cero grados Fahrenheit, te congelarás de frío en una heladora tarde de inverno. Con cero grados Celsius, si hay previsión de tormenta, estarás al límite entre la lluvia y la nieve.

Teniendo en cuenta estos dos aspectos, la conversión suele consistir en un proceso de dos pasos: debes hacer una multiplicación y, además, una suma (o una resta y una división). La última vez que hablamos sobre cómo hacer conversiones rápidas de un sistema a otro , explicamos esta operación simplificándola un poco al usar 2 y 30 como factores de conversión en lugar de 1,8 y 32.

Pero hay un método aún mejor: solo tendrás que memorizar cuatro números e invertir el orden de las cifras para hacer una conversión aproximada, o solo uno de ellos y recordar que debes sumarle o restarle 12 para calcular el resto.

Es muy sencillo:


  • 04 grados Celsius son 40 grados Fahrenheit (¡qué frío!)
  • 16 grados Celsius son 61 grados Fahrenheit (a por tu sudadera favorita)
  • 28 grados Celsius son 82 grados Fahrenheit (rozando el calor veraniego)
  • 40 grados Celsius son 104 grados Fahrenheit (ni se te ocurra salir de casa: refúgiate con el aire acondicionado a tope)

En todos estos casos, el truco consiste en invertir el orden de los dígitos: 16 se convierte en 61, ¿lo pillas? El único ejemplo un poco menos claro es el de los 40 grados, pero, ahora que lo tienes delante, seguro que te haces una idea. Cuatro grados Celsius son 40 grados Fahrenheit y 40 grados Celsius son 104 grados Fahrenheit.

Si estás de vacaciones y alguien te dice que hoy hará 89 grados Fahrenheit, sabrás que son más de 28 grados centígrados (82 en Fahrenheit) y, por suerte, mucho menos de 4o (104 en Fahrenheit). En otras palabras: busca tu mejor camiseta de tirantes y unos pantalones cortos cómodos.


Por otro lado, si lees que la temperatura es de 50 grados Fahrenheit, significa que estás a menos de 16 grados centígrados (50 es menos que 61), pero a más de 4 (50 es más que 40). Ponte una chaqueta y todo irá bien.

¡Y una curiosidad de regalo, por si alguna vez viajas al Ártico! Allí, las dos escalas coinciden: en ambas, el termómetro marcará -40 grados.